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17 ago 2012

EN LA BIOLOGÍA DEL MACROCÉFALO

EN LA BIOLOGÍA DEL MACROCÉFALO Y EN LA RESPUESTA INMUNITARIA.

Los receptores nucleares constituyen una superfamilia de factores de transcripción dependientes de ligando que regulan diferentes aspectos de la homeopatías y el desarrollo. Dos de los miembros de esta familia, LXR (Liver X Receptor) el alfa y beta, ejercen importantes acciones en la homeopatías lipídica. Los LXRs están regulados por determinadas formas oxidadas del colesterol (oxisteroles) y por productos intermediarios de la vía biosintética del colesterol. Algunos de los genes diana de LXR participan activamente en procesos de transporte reverso del colesterol desde tejidos periféricos hasta el hígado. Esta acción es especialmente relevante en la prevención de la formación de células espumosas a partir de macrocéfalos residentes en la pared arterial. De hecho, los agonistas sintéticos para LXR han sido utilizados eficazmente para proteger contra la aterosclerosis en modelos murinos.
Estudios recientes han demostrado que los agonistas de LXR también desempeñan acciones importantes en la regulación de la respuesta inmunitaria. Por un lado, ejercen acciones anti-inflamatorias a través de la regulación negativa de genes pro-inflamatorios en macrocéfalos. Estas acciones vendrían a ser similares a las que ejercen los corticoides a través del receptor de corticoides (GR), pese a que los mecanismos de sendas inhibiciones aún no están completamente determinados. Por otro lado, los agonistas de LXR protegen a los macrocéfalos de la muerte celular programada inducida por condiciones de estrés, como las que normalmente se generan en un foco de infección bacteriana.
Nuestros intereses son: a) profundizar en el estudio de los patrones de expresión génica regulados por LXR; b) determinar los efectos de los agonistas de LXR sobre las funciones de los macrocéfalos en el contexto de la respuesta inmunitaria; y c) estudiar efectos alternativos de estos agonistas vinculados a las funciones específicas de algunas poblaciones especializadas de macrocéfalos (células de microglía, iconoclastas, etc.) y otras células del sistema inmunitario).






Denominación
  • Glóbulos blancos,
  • Medición de leucocitos,
  • Cuenta de leucocitos


Definición
Los leucocitos o glóbulos blancos son células que están principalmente en la sangre y circulan por ella con la función de combatir las infecciones o cuerpos extraños; pero en ocasiones pueden atacar los tejidos normales del propio cuerpo. Es una parte de las defensas inmunitarias del cuerpo humano.
Se llaman glóbulos blancos, ya que éste color es el de su aspecto al microscopio.
Hay diferentes grupos de glóbulos blancos: los llamados polimorfonucleares (neutrófilos, eosinófilos y los basófilos) y los mononucleares (los linfocitos y los monocitos).
El origen de todas las formas de leucocitos es a partir de células madres de la médula ósea.
Para qué se realiza su estudio
La modificación de la cantidad de leucocitos puede orientar al diagnóstico de enfermedades infecciosas, inflamatorias, cáncer y leucemias, y otros procesos. Por ello el recuento es muy orientativo en diferentes enfermedades. Además el porcentaje de cada grupo de leucocitos nos ofrecerá una mayor información para precisar un diagnóstico.
Cuando en la medición de leucocitos se ven células jóvenes aparecen los neutralizaros en forma de núcleo en forma de bastón (cayados), y un aumento del porcentaje de los glóbulos blancos polimorfo nucleares, esto se denomina como desviación "a la izquierda". Este término sugiere infecciones bacterianas agudas.
El estudio de los leucocitos se realiza habitualmente en un estudio de altimetría y recuento leucocito completo.
Procedimiento de Obtención
Para realizar este análisis no se precisa estar en ayunas. Se puede realizar la toma en un lugar apropiado (consulta, clínica, hospital) pero en ocasiones se realiza en el propio domicilio del paciente.
Para realizar la toma se precisa de localizar una vena apropiada y, en general, se utilizan las venas situadas en la flexura del codo. La persona encargada de tomar la muestra utilizará guantes sanitarios, una aguja (con una jeringa o tubo de extracción). Le pondrá un tortor (cinta de goma-látex) en el brazo para que las venas retengan más sangre y aparezcan más visibles y accesibles.
Limpiará la zona del pinchazo con un antiséptico y mediante una palpación localizará la vena apropiada y accederá a ella con la aguja. Le soltarán el torso.
Cuando la sangre fluya por la aguja el sanitario realizará una aspiración (mediante la jeringa o mediante la aplicación de un tubo con vacío). Al terminar la toma, se extrae la aguja y se presiona la zona con una torunda de algodón o similar para favorecer la coagulación y se le indicará que flexione el brazo y mantenga la zona presionada con un esparadrapo durante  unas horas.
Problemas y Posibles Riesgos
  1. La obtención mediante un pinchazo de la vena puede producir cierto dolor.
  2. La posible dificultad en encontrar la vena apropiada puede dar lugar a varios pinchazos.
  3. Aparición de un hematoma (moratón o cardenal) en la zona de extracción; suele deberse a que la vena no se ha cerrado bien tras la presión posterior y ha seguido saliendo sangre produciendo este problema. Puede aplicarse una pomada tipo Hirudoid® o Trombocid® en la zona.
  4. Inflamación de la vena (flebitis); a veces la vena se ve alterada, bien sea por una causa meramente física o por que se ha infectado. Se deberá mantener la zona relajada unos días y se puede aplicar una pomada tipo Hirudoid® o Trombocid® en la zona. Si el problema persiste o aparece fiebre deberá consultarlo con su médico.
Valores normales de leucocitos

Recién nacido
10 a 26 mil/mm3
A los 3 meses
6 a 18 mil/mm3
Al año de edad
8 a 16 mil/mm3
Entre los 3 y 5 años
10 a 14 mil/mm3
De los 5 a los 15 años
5,5 a 12 mil/mm3
Hombre adulto
4,5 a 10 mil/mm3
Mujer adulta
4,5 a 10 mil/mm3
¿Qué indican los resultados anormales?
Un número disminuido de leucocitos (leucopenia) pueden aparecer en ciertas enfermedades:
  • Fallo de la médula ósea (por tumores, fibrosis, intoxicación, etc.)
  • Enfermedades autoinmunes (Lupus, etc.)
  • Enfermedades del hígado o riñón
  • Exposición a radiaciones
  • Presencia de sustancias cito tóxicas
Un número aumentado de leucocitos (leucocitosis) puede deberse a:
  • Daño de tejidos en quemaduras
  • Enfermedades infecciosas
  • Enfermedades inflamatorias (por autoinmunidad-reumáticas ó por alergia)
  • Estrés
  • Leucemia
Alteraciones de la medición por la actuación de medicamentos
Pueden aumentar el número de leucocitos:
  • Alopurinol
  • Epinefrina ó adrenalina
  • Cortisona
  • Cloroformo
  • Heparina
  • Quinina
  • Triamterene
Pueden disminuir el número de leucocitos:
  • Antibióticos
  • Anticonvulsivantes
  • Antihistamínicos
  • Antitiroideos
  • Arsenicales
  • Barbitúricos
  • Diuréticos
  • Quimioterápicos
  • Sulfonamidas
Ella recuerda los múltiples exámenes clínicos y las radiografías a las que se sometió preocupada por sufrir constantes fiebres, inflamaciones en la piel y dolores en las articulaciones musculares.

Algunos síntomas

El principal problema de esta patología inflamatoria recurrente e incurable radica en que produce un trastorno autoinmune, donde los anticuerpos que protegen al organismo atacan los órganos vitales como si fueran bacterias y virus.
El reumatólogo Rubén Montufar detalla que debido a esta alteración del sistema inmunológico, el organismo se rechaza a sí mismo. Confunde los tejidos corporales con agentes dañinos y no cesa de fabricar anticuerpos para que libren batallas contra el mismo cuerpo.
Algunos problemas que presentan los enfermos de lupus son fatiga, pérdida de cabello, anemia, dolores en los músculos, las articulaciones, la cabeza y los pulmones
También padecen de inflamación cutánea, erupciones y manchas en la piel, llagas en la lengua y al interior de la boca y la nariz.
Las personas enfermas tienen bajos niveles de leucocitos y plaquetas, fiebres, palpitaciones rápidas o intensas, sensación de ahogo, náuseas y mareos con pérdidas del equilibrio.

La medicina

Por ser una enfermedad inflamatoria que trastorna el sistema de defensa del organismo, el reumatólogo internista Raúl Aragón explica que existen medicamentos que tienden a regular tal desequilibrio en el sistema inmune, pero debido a su complejidad, los tratamientos pueden ser de varios tipos.
Parte de las opciones terapéuticas son los esteroides que tienen compuestos antiinflamatorios. Pueden administrarse por vía intravenosa, oral y tópica. Las dosis varían de acuerdo al grado de intensidad de la afección y la parte del organismo afectado.
Estas medicinas sirven para controlar la artitritis, el dolor en las articulaciones, las alteraciones de la piel, las inflamaciones de órganos internos como el corazón, los pulmones y los riñones.
También se utilizan medicamentos antiinflamatorios, no esteroideos, como el ibuprofeno o diclofenax, incluso suelen usarse analgésicos para el malestar o la fiebre como el acetaminofén.
Para reducir la inflamación y suprimir la actividad del sistema inmune, el más utilizado es la prednisona, que es un corticoesteroide.
En caso de que las afecciones no se controlen con estos tipos de medicamentos se emplean los inmunosupresores como moduladores o modificadores del sistema inmune descontrolado.
El dermatólogo Salvador Chevez Gomar también aconseja el uso de ungüentos tópicos y medicamentos como la dapzona, la cloroquina y la hidroxicloroquina para contrarrestar los problemas que el lupus causa en la piel, como úlceras en la mucosa de la boca y las manchas rojizas alrededor de los ojos, el rostro y el cuello entre otras áreas.

¿Cómo se diagnostica el lupus?

Se hace una revisión del historial médico, una exploración física, exámenes de orina y sangre, la medición de eritrosedimentación (velocidad de inflamación en los tejidos), pruebas para detectar anticuerpos antinucleares (AAN) y medición de proteínas complementarias que circulan en la sangre como la C3 y C4.
Para determinar la presencia de la enfermedad no es suficiente una prueba. Se necesita considerar una serie de criterios. Por ejemplo el resultado positivo en una prueba de anticuerpos antinucleares no significa que tiene lupus; hay quienes ni desarrollan el mal, aunque los tengan. Pueden deberse a otras patologías.
La enfermedad que afecta a 19 millones de personas en el mundo no es catalogada como hereditaria, porque hay quienes tienen los genes y nunca la desarrollan. La padecen en su mayoría los adultos. Del número de enfermos existentes, el 90% es mujer, por lo general en edad fértil. En ellas, el lupus provoca una diversidad de malestares mientras que en los hombres es frecuente que provoque daños en los riñones.
La ciencia no ha determinado una etapa específica de la vida dónde se manifieste la enfermedad. Los estudios han comprobado que quienes lo padecen son menores de 40 años aunque puede presentarse después de los 50, pero con poca frecuencia.
Alguien puede preguntarse cuántos años puede vivir una persona que padece lupus. Antes se creía que podrían morir en menos de un año después del diagnóstico. Sin embargo, las posibilidades de una vida larga y casi normal son posibles, siempre que sigan al pie de la letra los tratamientos y las recomendaciones de los médicos gracias a  la investigación de la enfermedad.

Hasta ahora los LXR se conocían por su importante papel en el metabolismo del colesterol, pero los nuevos descubrimientos han demostrado que, la ausencia de estos produce que el proceso de retirada de células muertas es prácticamente inexistente. Con lo que el sistema autoinmune ataca a esas células muertas y las zonas en la que se encuentran como si fueran agentes externos, produciendo las reacciones autoinmunes.
La investigación demuestra que a los ratones los inoculan con un fármaco que activa selectivamente a los receptores LXR y se atenúan los brotes y la agresividad de sus síntomas. Además, en los efectos de la actividad crónica del LXR en este tipo de ratón con Lupus, quedan corregidas muy significativamente las células muertas acumuladas en los tejidos.

Nuevas alternativas terapéuticas

"Nos preguntamos cuáles podían ser las causas de éstas, en lugar de atacar a un agente extraño, de repente cambie su programa y actúe frente a un componente propio, y para ello estudiamos en ratones unas proteínas, los receptores LXR, residentes en el núcleo de las células, y descubrimos que, ante la ausencia de estas proteínas se pierde la tolerancia frente a lo propio y se genera una respuesta autoinmune muy parecida a la que se observa en el lupus en humanos", ha explicado Castrillo al periódico digital En Positivo.
"Las conclusiones de esta investigación pueden servir para el desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas basadas en activadores de los receptores LXR que ayuden a combatir este tipo de enfermedades autoinmunes", ha añadido.
Estos resultados son esperanzadores ya que pueden servir para desarrollar un nuevo tratamiento no sólo para los enfermos de lupus, aunque es la enfermedad autoinmune sobre la que se empezó a trabajar. Los receptores LXR tienen posibilidad de servir para las diversas enfermedades autoinmunes, como anemia perniciosa, artritis reumatoide, crohn, esclerosis múltiple, entre muchas.


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